Buen servicio y calidad de producto. El restaurante está muy bien acondicionado y se puede comer en una barra en el centro que es bastante cómoda. Una de las mejores cosas, la atención de la camarera y aunque esta ella sola para toda la sala, mantiene un servicio increíble. Recomiendo reservar para las noches de fin de semana.
Entramos a picotear un poco y acabamos comiendo. Muy buen sitio. Comida espectacular y buen servicio. La paella de sobrasada y pulpo de 10, ojo que las cantidades son grandes. Repetiremos seguro.
Lugar súper cool y con estilo propio, buena comida para compartir con amigos y familia. El trato exquisito de Sara y Adrian, lo mejor.
Estupenda atención, cosa de agradecer en los tiempos que corren en muchos locales hosteleros.
Picamos algunos platos y todos aprobaron con nota.
Las croquetas buenísimas, bien rellenas y muy muy cremosas.
Los calamares con un rebozado sutil y muy buen sabor.
Y el tomate rosa de Barbastro muy top!
Un local para tener en cuenta y seguramente repetir.
El vermut muy bueno, las patatas increíbles y la carrilera de 10. Las croquetas de jamón es lo menos nos gusto ya que estaban muy blandas, aunque para gustos, los colores. Vale la pena la parada pero mejor reservar.
Excelente ambiente, materias primas, presentación, sabores y.... El staff
Felicidades
Volveremos seguro ☺️
Muy buena cena. Toda la carta menos las Gyozas es apta para personas CELIACAS. Una grata sorpresa. Muy bueno el rebozado de los calamares. La hamburguesa generosa y buenisima, hasta el pan sin gluten.
El postre, tarta de queso, espectacular.
Muy buen servicio. Recomiendo 100%
Local con un decorado cuidado, un ambiente agradable y un servicio rápido y atento. Para todos los platos que elegimos tenían una alternativa para intolerantes al gluten (no solo pan). Entre lo que pedimos destacaría las gyozas de pato con soja incluida en una jeringuilla para inyectarla a tu gusto y las patatas risoladas preparadas sobre tomate con ajito triturado. La tarta de queso es muy cremosa y de sabor potente. Probamos también la torrija y merece la pena aunque no sea la torrija típica. Pagamos unos 70€ y cenamos 4. Ojo! Para entrar hay que empujar fuerte la puerta aunque parezca que no se va a abrir.
Los trabajadores fantásticos, el ambiente estupendo y la comida excelente, que más se puede pedir, recomendable cien por cien.
Hemos disfrutado de uns cena de 10 con los vinos de Mascûn. El servicio es impecable y el postre súper rico
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