Se come muy bien. Comida abundante y de calidad. Un servicio de primera. Gracias por la atención. Volveré pronto.
Miguel Ángel Álvarez Ramos
+4
Bar de pueblo en la localidad de Güemes, junto a la carretera. En las fotos podéis ver Bacalao con pisto, lechazo y rabo estofado. Calidad muy buena y precio económico. Un lugar en el que ir un Domingo con la familia a disfrutar del campo y buena gastronomía. El postre es una tarta de caramelo. En la carta de vinos los más destacados son el Cune y Coto. Por lo demás, volveremos sin duda.
Uno de los mejores cocidos que he comido en Cantabria, maravilloso! Todos los platos caseros y de comida de toda la vida: rabo de toro, pimientos rellenos de bacalao... ¡Repetiremos!
Bar acogedor, buen servicio y buena calidad en la comida.
Pedimos cocido montañés, sopa, rabo estofado, rabas y más cosas y todo exquisito.
100% recomendable, probarlo que no os defraudará.
Agustín Jiménez Molina
+5
Pasamos a comer el menú del día y nos sorprendió lo lleno que estaba, sobre todo para ser un martes, venían gente de todas partes de la zona.
La comida sencilla y muy rica, ensalada fresca, pasta muy bien cocida, albondigas muy ricas.
Luego, como nos quedamos hacer noche en Güemes, por la noche fuimos a tapear, advierto que por la noche no hay cocina, por lo que solo hay platos frios, eso no implica que la calidad de los mismos bajen, al contrario, disfrutamos de unas anchoas del lugar y un variado de ibericos que llena cualquier barriga.
Otro aspecto muy positivo es que a pesar de su ubicación, tiene una gran variedad de bebida, cervezas de muchas marcas y vino variado.
En general, un lugar excelente de paso por esta zona, le deseo lo mejor a Luis.
Todo estupendo, vistas maravillosas .El bar de toda la vida.
Todos los platos son exquisitos, enhorabuena a la cocinera.
Muy bueno el menú y buena calidad precio
Menú 13€. La comida muy buena y abundante. El personal muy bien. El mejor sitio que hemos comido en todo el Camino
Servicio eficiente, comida casera de excelente calidad a buen precio. El rabo estofado fue un deleite para los sentidos. La tarta de queso increíble: nada empalagosa, textura perfecta de la galleta. No tengo foto de la tarta porque me pudo la tentación y me olvidé de sacarla, pero no exagero cuando digo que es de lo mejor que he probado en mi vida.
Menú del día casero, copioso y de calidad. Un lugar muy recomendable para comer entre semana. De carta también tienen platos deliciosos.
Fuimos 5 amigos y comimos: ensalada, cordero asado, postre y 2 botellas de buen vino (Pierola, crianza). El cordero muy rico y el resto también bien. El precio nos pareció bastante ajustado (30 € c/). Salimos contentos y con ganas de repetir.
Un sitio de la vieja escuela, en todos sus sentidos.
Una especie de caserío o casona, con sus paredes de piedra y decoración a la vieja usanza, donde vuelves a épocas precovid o incluso pre crisis.
La comida sin florituras, platos como los que te puede hacer tu abuela, abundantes, caseros y deliciosos. Todo ello a un precio increíble para los tiempos que corren.
Comimos pulpo, pimientos rellenos de bacalao, albóndigas y de postres las dos variantes de tarta de queso. Espectacular.
Todo ello siendo redundante, como los que te puede hacer tu abuela o suegra, la que más clásico cocine.
Ideal para peregrinos del camino de Santiago, o gente de alrededores que quiera comer bien y a buen precio.
Como extra, todo lo que rodea al lugar es naturaleza y verde, que ayuda a una buena digestión.
Fantástico menú del día por 11€/persona. Comida casera hecha con gusto y cariño. Raciones generosas. Recomendable 100%.
fuimos a cenar de casualidad y la verdad el bar en si es antiguo respecto a la decoración y demás pero el servicio de comer y la calidad de la comida merece la pena volver buena atención gracias 🙂
Llegamos al albergue de Güemes bastante tarde y sin comer. Llamamos al bar para saber si estaban abiertos y si nos podían dar algo para picar. Tras confirmarnos que estaban abiertos pero que tenían la cocina cerrada, nos acercamos andando para comer algo de jamón. Al llegar, nos sorprendieron con un menú completo de primero, segundo y café. Muy agradecidos por el servicio.
Hemos cenado de maravilla, muy atentos, un bar de pueblo, donde la cocina tradicional se nota, producto muy bueno y de calidad, y bien de precio.
Hoy hemos ido a comer, menú. Muy buena calidad, raciones generosas y precio (11 Euros), muy razonable. El comedor decorado con mucho gusto y el servicio muy rápido y atento. Muy recomendable. Repetiremos
Bar restaurante en un edificio típico de la Cantabria rural. Acogedor y con sabor a auténtico. Por la mañana, la gente de la zona es la clientela principal, lo que habla bien del lugar. Un café con leche (bueno) y unas tostadas con tomate, hechas al momento (2,70 en total). Recomendable.
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