Comentàrios A La Brasa

Hemos ido varias veces y siempre nos encanta. La comida está riquísima y muy bien presentada, pero además todo se luce más gracias a la atención del personal. Estoy embarazada y la encargada me explicó los procesos de congelación del pescado y me hizo recomendaciones que pudiera comer sin problemas. También nos ofrecieron cócteles sin alcohol muy buenos. Es nuestro restaurante preferido para celebrar ocasiones especiales.

Qué maravilla de restaurante! Tuvimos una experiencia fantástica. Una atención increíble, la cocina inmejorable y el ambiente muy acogedor. Nuestra camarera toda una profesional, que gusto da estar tan bien atendidos. Pedimos diferentes platos para probar varias cosas y todo nos gustó mucho. Empezando por el aceite y aceitunas que te dana a elegir de aperitivo, el uramaki de atún caramelizado para chuparse los dedos, el Tartar de atún rojo espectacular y preparado in situ, el huevo poché con espárragos trigueros riquísimo y el Saam muy sabroso, la carne, un entrecott muy rico. De postres pedimos dos, una tarta de queso al horno y un postre nuevo muy floral con un bizcocho a la plancha que no recuerdo el nombre. Por supuesto para terminar la jornada gastronómica tomamos asiático, típico de Cartagena. En definitiva, un 10. De esos lugares que guardas en la memoria.

Menú del día espectacular, gran variedad de platos y sabores. Cabe destacar la amabilidad y atención que tienen las camareras constantemente. Buena comida, buen servicio y un bonito lugar. Lo recomiendo y además volveré.

La atención del personal es muy buena, pero hay que avisar de que es un restaurante en el que te explican los platos cuando llegan e incluso te preparan el tartar de atún en la mesa, por lo que los camareros estarán frecuentemente en la mesa. Es un sitio para disfrutar la experiencia culinaria. El sushi de los más ricos que he probado y entresemana se respira tranquilidad en el ambiente. Repetiré sin duda para probar nuevos platos.

Restaurante con salones amplios y terraza en el centro de la ciudad. Recomiendo que reservéis en la planta de arriba porque es verdaderamente bonita y con vistas a una fuente que hay junto al restaurante. El personal es muy agradable, resaltando a Andrea, la cual es muy amable, simpática y profesional. La Carta es súper variada. Tienes platos muy elaborados de la cocina mediterránea, japonesa y tailandesa. El precio de los platos corresponde a la calidad y cantidad de los ingredientes de los mismos. Calidad vs precio buena. Nosotros pedimos la pata de pulpo, los Saam y el chuletón de vaca Simmental. Todo riquísimo, especialmente la vaca madurada que tenía un sabor increíble. En la segunda visita probamos el Uramaki de atún a la leña caramelizado con chocolate y trufa, la burrata con tartufa, el huevo poché con trigueros, la tempura de cangrejo de concha blanda y la croqueta de gamba. Además de una degustación de aceite temprano de arbequina y picual, el bacalao a la brasa y dos entrecot, uno de vaca frisona y otro Angus Black. Os recomiendo reservar para comer allí.