The shots which were offered for free were very tasty, both the lemon and the cream. Meal for 4 people with wine: 130€.
El servicio ha Sido excelente, junto con el ambiente, la tranquilidad y y la terraza interna. Los camareros son Los qué se llevan la puntuacion Maxima. La comida.....Bueno , la morcilla muy Rica Pero a partir De ahi ha desmejorado . La ensalada en lugar De ventresca llevaba bacalao, el cual fue servido en la ensalada con bastante espinas. De Segundo pedimos pata lechal De cordero el cual.sabia a cordero viejo y estaba muy Duro. La plums Iberia estaba Buena Pero demasiado hecha. Los chupitos qué ofrecieron gratis, muy Ricos tanto el De limon Como el De crema. Comida para 4 personas con vino: 130€
Genial elección. Fui para el almuerzo y repetí en la cena. El local muy grande, con diferentes estancias, tiene terraza, patio interior y sala. Los camareros encantadores, muy simpáticos. El chef también muy simpático, salió durante el servicio y estuvo preguntando. La prueba muy buena, nunca la había probado. Las migas geniales, ni muy pesadas no grasas, permitieron seguir con la visita turística. La ensalada de higos y jamón de pato riquísima y el steak tratar igual, eso si, bastante más grandes de lo que esperaba. Los postres cada cual más bueno, el perfecto de nueces riquísimo, es algo típico y bastante bueno. El pudding de castañas riquísimo también. Para volver.
Es un restaurante tradicional con una comida muy buena, los camareros fueron súper amables y el sitio no está mal. Tomamos sopa o consomé que estaba especialmente bueno, toftillita vaga y ensalada de higos (lo recomiendo). De postre probamos el arroz con leche que estaba delicioso y helado de fresa y turrón.
Es sin duda lo mejor de Guadalupe, riquísima toda la comida, tanto las tapas como las raciones. Se ha convertido en un lugar de referencia para nosotros, volveremos todos los años porque la atención es insuperable.
Este es, en nuestra opinión, el mejor lugar para comer algo decente en Guadalupe.
No es un lugar en el que se deba buscar complejidad o sofisticación. Las raciones son justas, comes por lo que pagas y está hecho en el momento (cosa que no debemos dar por hecho en los restaurantes de la zona).
Los postres son originales, el servicio es atento y, al menos en nuestro caso, profesional a pesar de la cantidad de gente.
Si podemos recomendar un sitio en la zona para alguien que quiera comida de la de toda la vida, este es el lugar.
Increíble restaurante. Todo buenisimo y con un gusto del chef muy bueno. Los camareros majisimos, ibamos sin reserva y estaba lleno y nos atendieron. Pedimos la alcachofa, los rollitos crujientes, la ensalada de higos y pato y un entrecot. Espectacular
Voy a Guadalupe una vez al año y como desde hace cuatro reserve mesa en el que es sin duda el mejor sitio para degustar unos riquísimos manjares. Los platos de diez, el trato del personal excelente, el local un lujo y su chef Juan Carlos un mesías de los fogones. En resumen todo para matrícula de honor y sin duda volveré. Gracias.
Llegamos muy tarde a Guadalupe ,casi las 11 de la noche ,nos alojábamos en el Parador y allí no nos podían ofrecer nada para picar aunque fuera frío ..
Salimos a la calle y justo al lado vimos este establecimiento ,que ya estaba cerrando y le pedimos que si nos podían dar aunque fuera un poco de queso y jamón ,para no irnos a la cama con el estómago vacío .
Antonio el camarero nos dijo que si ,nos dio preparo una pequeña tabla de quesos y un poco de jamón ,además de una cerveza fría .
Que suerte encontrarnos con buenos profesionales de la hostelería . Gracias Antonio
Para nosotros fuistes Milagro de Guadalupe !!
Estupenda ubicación, rica comida y buena atención del personal. Merece la pena probarlo. Fui con mi pareja y disfrutamos de un plato de morcilla extremeña, saquitos de gambas, alcachofa rellena y solomillo, a destacar su aperitivo de paté, la tarta de queso y el vino Habla de la Tierra.
Sitio muy recomendable. El embutido ibérico estaba excelente y el postre te tiramisú extremeño espectacular, muy peculiar y original.
Destacar también la amabilidad y simpatía del servicio que nos atendieron de 10.
Estuvimos cenando algo de picoteo el sábado pasado y nos gustó mucho la comida. A destacar también la atención y trato recibido por el personal, en especial el camarero granaíno.
Desde la terraza puedes disfrutar de las mejores vistas del monasterio. Cenar aquí es una maravilla. Nos gusto todo lo que nos pusieron y el trato de los camareros también.
No resultó caro para lo que comimos y lo agusto que estuvimos.
Volveremos seguro.
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