Fue todo un descubrimiento.
Mucha variedad en la carta y todo super rico, con unos precios muy muy razonables.
La atención exquisita y con ganas de agradar, muy pendientes de todo y rápidos.
Y para colmo un comedor espectacular, han creado un ambiente fantástico que te da mucha calma y tranquilidad.
Volveremos.
Sitio especial para una cena de dos.
La comida estaba riquísima, pedimos cosas para picar; el hakao, el tartar de ternera y unas gyozas, de postre la tarta de queso. Todo estaba riquísimo y el servicio muy rápido. Además, había un dj poniendo música en directo, de una forma suave que ambientaba.
Súper recomendable y seguro que repetiremos
Un jardín escondido en pleno centro de Madrid. Situado en el interior de un hotel VP, merece mucho la pena adentrarse y relajarse en un espacio tan bonito. Probamos unos cócteles, y estaban bastante ricos, la atención de la camarera también fue de 10. Además había música en directo, un acierto. Volveremos!
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