Gran descubrimiento! Encantados con la Calidad y el Servicio. Agregado a mi lista de favoritos en Madrid. Los entrantes de maravilla y el chuletón excepcional. Volveremos para seguir probando más platos de la carta!
Fuimos a celebrar una comida familiar.
La comida nos gustó bastante; la croqueta de entraña, las cebollas quemadas, la ensaladilla, el canelón de jabalí…
Los postres fueron lo más flojo, hay mucho margen de mejora.
El servicio fue bastante lento, no se si hubo algún problema o que paso, pero los segundos tardaron más de media hora en llegar tras acabar los entrantes.
En cualquier caso disfrutamos de los platos, y merece la pena volver.
Todo excelente, poco más que decir. Los mejillones, una maravilla. Quizás mejor para ir grupos de 4+ personas porque las raciones son generosas y dan ganas de probar muchos platos.
Cena para 4 personas.
Todo lo que probamos estuvo muy rico. Las raciones no son abundantes pero se nota el uso de buena materia prima y una buena mano en la cocina.
Justo tras el postre nos preguntaron si nos apetecía una copa y tras servirla nos dicen que tienen que cerrar en 30 minutos. A los 10 minutos de eso, nos pusieron la cuenta sobre la mesa.
A las 00h ya estábamos fuera del local pero con la sensación de que nos habían echado.
Pagamos 50€/Persona.
Muy buena comida, muy buena calidad. Pero sobre todo un trato muy agradable por parte de los camareros y la amabilidad de la directora del restaurante es espectacular. Sin duda un sitio recomendable para ir entre amigos y familia.
Servicio muy bueno, personal agradable. Lugar sencillo pero con una comida que sorprende gratamente. Un lugar para volver pues nos quedamos con ganas de probar algunos platos . Relación calidad,precio muy buena.
Experiencia 10! Comida y carta de vinos que sorprende, distinto a lo habitual, lo que se agradece. Muy bien calidad-precio. Recomendable dejarse aconsejar, el personal es encantador y el sitio muy acogedor. Ganas de repetir para probar más platos. Pedimos para compartir las croquetas, torreznos, callos, chipirones, albóndigas, el Carrillon y el postre de chocolate, todo espectacular. Volvemos seguro.
Muy agradable para comer, picar o tomar caña / refresco. No pongo las 5 estrellas porque nos dieron un vaso roto. Tanto los aperitivos que te ponen con la bebida como la comida, muy bien, las croquetas especialmente.
Increíble restaurante ubicado en el norte de madrid.
- el sitio es muy bonito, y su decoración ya anticipa que estás en un sitio especial.
- la comida estuvo súper buena, fueron un acierto todos los platos. El entrante (empanada de mejillón) ya anticipaba lo que serían el resto de los platos.
Las croquetas muy melosas y ejecutada (nuestra mejor croqueta de 2021).
Las almejas con alga codium y alcachofa en el fondo, una mezcla de tradición y modernidad muy interesante.
Las verdinas con bogavante estuvieron sublimes, no dejamos nada en la olla.
La presa con el mollete antequerano, junto con el postre, un cierre genial.
-las personas que nos atendieron, estuvieron geniales y con mucha atención al detalle.
Precio medio-alto pero merece muchísimo la pena porque se come muy rico.
Además de nuestra mejor croqueta de 2021, una de nuestras mejores visitas. Volveremos seguro!
Totalmente recomendable. Buen servicio, atención y la comida muuuy rica. Ambiente estupendo. Volveré seguro.
Uno de esos restaurantes que sorprende mucho. La terraza son semicerradas con calefacción, el personal es muy profesional y amable. Te asesoran bastante bien con la comida, porque los platos no son convencionales. La comida es excelente, son platos muy complejos y un auténtico festival para las papilas gustativas. Hubo un pequeño error en la cocina con uno de los platos y la respuesta fue excepcional. Volveré seguro.
Nuevo restaurante que da una vuelta a recetas tradicionales madrileñas. Muy sorprendente. Me encantó la ensalada de bacalao y las croquetas de cecina. El recorrido por una larga lista de vinos naturales fue todo un aprendizaje. Tiene una terraza espléndida justo en una plaza con un parque, así que súper cómodo para ir con niños. Repetiré.
Terraza muy agradable y bien ventilada, cerrada por el lado exterior y abierta hacia el restaurante. Tiene estufas y las mesas están separadas. El servicio es ágil y muy amable. La comida está muy rica, un giro elaborado de cocina tradicional, croquetas y tomate imprescindibles, pulpo, chipirones, codorniz...Nos gustó todo menos el pilpil de las cocochas. Riquísimo el hojaldre con jamón de pato y foie. Precio medio, 50 euros, muy recomendable.
Un lugar con una cocina increíble. Ideal para los amantes del maridaje. Excelentes vinos naturales e ingredientes de primera. Sabores muy españoles con un twist. El personal muy amable y la experiencia sin igual. Altamente recomendable para cenas en parejas, amigos o negocios.
Jose Manuel Vasquez Rivera
+4
Una tarde improvisada y terminé descubriendo la alta cocina de Sagrario en un lugar lo más de inesperado.
Éramos dos y nos pedimos lo siguiente para compartir.
1️⃣ Comenzamos con sus croquetas de entraña a la parrilla con ali-oli de cecina. De las mejores croquetas que me he comido en Madrid, donde el relleno de entraña por si solo es majestuoso, pero además el contraste que le da el alioli de cecina lo hace inmejorable. x5⭐️
2️⃣ Luego seguimos con su pulpo a la brasa con mojo canario. Una combinación de sabores que pega bastante bien y le da un toque de renovación al plato. x4⭐️
3️⃣ Continuanos con el hojaldre de “El Riojano” donde se entrelazan notas de dulce y salado. El matrimonio entre el jamón de pato y el foei lo hace un plato único. x4⭐️
4️⃣ Terminamos los fuertes con sus canelones de jabalí, con salsa de apionabo y remolacha. Un plato muy fácil de consumir y de disfrute seguro. x4⭐️
5️⃣ Cerramos con su Quesillo de Ron ahumado, con naranja amarga y crumble. Una versión más moderna de la tarta de queso. Único punto que me descuadro fue el crumble, todo lo demás a la altura de lo demás platos. x4⭐️
Cocina tradicional pero con un face lift potente. Alta cocina donde se paga lo que se come. Solo me arrepiento de haber ido de tarde, ya que creo que este restaurante se disfruta más de noche. Para mi x4⭐️ = recomendable.
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Restaurante con comida tradicional con toque moderno. Tomamos las croquetas con cecina (espectaculares), la torreznos, la lengua y el mero. De postre, la torrija. Todo muy bueno. Buena carta de vinos también. Los camareros muy atentos también, especialmente el camarero que controlaba bastante de los vinos.
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