Esta vez fuimos a tomar unas raciones en la zona interior mientras veíamos el fútbol. Pero hemos estado más veces y siempre la experiencia ha sido maravillosa por parte del servicio. La relación calidad precio es estupenda y a destacar la abundancia de los platos. Tiene una terraza exterior muy bonita y agradable, a la que actualmente han instalado una cristalera para hacerla más polivalente. Todo está decorado de manera tradicional y muy manchega. Sin duda es nuestro sitio favorito de la zona
Primera vez que visito El Molino de Helí y, a pesar de que estaba lleno y era un día laboral, la experiencia fue muy buena. El ambiente es muy agradable, el comedor muy amplio, distribuido en dos pisos y el personal muy amable y atento. El menú tenía cuatro opciones bastante suculentas de primero (ensalada de pollo crujiente, fabada completa, alcachofas y arroz negro con sepia que estaba delicioso. De segundos había lomo de cerdo a la plancha, albóndigas, emperador a la plancha y uno más que no recuerdo. Las albóndigas no pudimos probarlas porque volaron, pero el emperador estaba muy rico y la ración era generosa. Los postres eran todos caseros y también deliciosos. ¡Si quieres descubrir un sitio único, toma nota! ¡Nosotros seguro repetimos para seguir explorando la carta!
Maria Gracia Gómez Mancebo
+5
Sitio totalmente recomendable, Natalia y una chica canaria jovencita, que llevaba poco tiempo trabajando en el restaurante, que nos atendieron maravillosamente, y Violeta la dueña, pendiente y atenta en todo momento. Si vais de paso, sitio perfecto. Volveremos ✌️
Brutal!!
Acabe allí de pura casualidad gracias a un compañero que ya fue en otra ocasión y no encontraba la oportunidad para llevarme.
Fuimos allí el miércoles y solo diré que repetí postre por lo buenos que estaban los dos platos principales. No lo pude evitar!
La atención es exquisita. La camarera (Raquel creo que se llama) te trata como si fueras familia y aunque ningún plato es malo lo que ella te recomienda es un acierto FIJO!
Solo diré una cosa……..volvimos a repetir el jueves y nos hicimos 30 kilómetros para ello.
TOTALMENTE UN ACIERTO!!!
Parada obligatoria si estás por la zona. La comida es deliciosa, con menú diario y cenas de carta. Las raciones son abundantes, mención especial a los postres caseros! También preparan para llevar, destacando los arroces que tienen mucha variedad (nosotros pedimos arroz meloso de bogavante: 10/10).
Sitio perfecto para cañas y pinchos también. Decoración rústica en el interior y un patio amplio con flores, aspersores en verano y calefactores en invierno.
Seguiré dejándome caer por allí.
Es un restaurante muy bonito. La decoración es muy típica de la zona, realmente cuadra con el nombre. Es un ambiente rústico y tranquilo. El servicio inmejorable, las camareras cercanas y amables, bastante profesionales y rápidas. En cuanto a la comida esta riquísima y es la típica toledana, además son platos generosos y los postres caseros y deliciosos. Además el precio es bastante barato así que¿qué más se puede pedir? Lo recomiendo efusivamente, eso sí es necesario reservar porque aunque tiene bastantes mesas nunca están vacías (lógico por la relación calidad precio)
El sitio es precioso, la comida excelente, cantidad y calidad. Muy bien de precio.
El sitio es genial para comer y tomar algo para picar. La calidad de la comida bastante buena y encima las porciones son muy generosas. Por ejemplo en el menú comimos unos judiones con bogavante muy ricos y un bacalao a la plancha exquisito, también pensamos la ensalada de ahumados que estaba muy bien aliñada y con muy buen sabor. Para terminar un surtido de postres con tres tartas y tiramisú, bastante bien aunque el postre quizá fue lo más flojo (aunque muy bien también). El servicio fue lento aunque quizá porque había mucha gente. Recomendable calidad-precio
Santiago Maroto Sepúlveda
+5
La comida está buenísima y muy abundante, el sitio es bonito y el personal súper amable, de los mejores sitios en los que he estado. Muchas gracias
Aparte de que te tratan fenomenal, el menú es muy bueno y bastante variado, con un precio razonable. El sitio es muy acogedor, fresco en verano, y en invierno con la chimenea es inmejorable. Hay que destacar los platos de cuchara, que los hacen muy bien. Mención aparte merecen los postres, todos caseros, y muy ricos.
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