Buen café en manos de un excelente barista. El mejor cappuccino que hemos tomado en Palma. También pedimos cosas dulces para acompañar y estaban deliciosas. ¡Un lugar que los amantes del café no pueden perderse!
Cafetería de especialidad con opciones deliciosas para acompañar. El flat white y el budín de limón estaban exquisitos. Atención inmejorable por sus propios dueños. Un rinconcito para descubrir y disfrutar en Palma. Estaba tan rico que mi budín no llegó a la foto 🙊...
Excelente café y diversidad de preparaciones posibles. También excelentes infusiones y bocados dulces y salados.
Los precios son ajustados y decentes.
El local es recogido, de diseño nórdico ‘60, contemporáneo y acogedor.
Atención encantadora, amable y pronta 🌺
¡Recomendadísimo! 👌🏽
Espresso y cortado preparados con cuidado, muy buena textura y buen equilibrio aroma/acidez. Pastel de pistacho sabroso y recién hecho. Servicio eficiente, profesional y discreto. No me gustó el método de pago sólo cashless, aunque no parecía molestar a los muchísimos clientes (todos jóvenes y extranjeros). Más bien caro, pero la calidad y la ubicación se pagan.
Es de los mejores cafés que he probado, me arrepiento un poco de haberlo pedido con leche, querría haber disfrutado más de su sabor
Café de especialidad hecho con mucho cariño, los chicos son muy amables y el producto que tienen es maravilloso. Un café muy bien seleccionado y una máquina que les acompaña. Recomiendo 100% este pequeño coffee porque es encantador.
Una pequeña joya en medio del centro de Palma. Café de especialidad, buenísimo! Un páramo dentro de tanto café de mala calidad en la ciudad. La pastelería, fresca y muy buena y el negocio es atendido por sus dueños, lo que hace la atención perfecta y con mucho cariño. La ambientación es preciosa, digna de instagram, y la terraza súper tranquila y rodeada de linda arquitectura. Por suerte, a diferencia de muchos lugares en la ciudad, no solo aceptan tarjeta sino que no aceptan efectivo, lo cual hace todo 100% legal. Volveré seguro!
Café excelente, Luciano, barista y co-propietario de la cafetería, se desvive por ofrecer la mejor calidad posible en cada taza.
Es un local muy reducido, pero acogedor, en una calle súper tranquila junto a la bulliciosa Jaime III.
Pedimos varias cosas y todo estaba muy bueno, algo caro. El personal es muy amable. El sitio es muy bonito y pequeño, puede que no haya donde sentarse. La lástima es el horario, cierran a las 15h.
Excelente café de especialidad, con un barista que sabe mucho y elige personalmente el café que cambia cada semana, eligiendo tostadores de todo Europa. Súper cálida la atención y el servicio.
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