Bien, fuimos un día de verano entre semana, poca gente, un local muy bonito y curioso, lo mejor, la terraza
La comida normal, pedimos bravas, morro frito y bocadillos, todo bastante bien y precio contenido
La atención, bien también
Importante, pudimos ir con el perro
Para empezar hay que decir que hoy ha sido un día excepcional y que había muchísima gente en el pueblo. Aún así, los camareros nos atendieron sin reserva y han sido simpáticos en todo momento. Mucho mejor que en los demás bares donde preguntamos antes. Había que esperar un buen rato, pero nos advirtieron antes. La terraza es muy bonita para días más cálidos. Dentro se estaba muy bien, ya que había una chimenea. Los dos platos que pedimos estaban bien, aunque del plato de queso por 10€ me había esperado algo más.
Fabulosa experiencia. El personal nos atendió muy amablemente y nos recomendó probar la hamburguesa, que estaba de 11/10.
Los entrantes fueron también una exquisitez y personalmente me encantaron las albóndigas.
El ambiente es muy acogedor y se está muy agusto inclusive en invierno.
Sin duda volvería a repetir la experiencia. Mis felicitaciones y gracias por el servicio.
Buena atención, buen ambiente, la comida está buenísima y no es congelada ni recalentado. Las raciones estaban correctas, puedes comer después de las 15 horas lo cual se agradece ya que por la zona la mayoría cierra cocina a las 15 horas. El salón, las mesas y el aseo estaban impecables. A tener en cuenta que Solo acepta pago en efectivo, aunque hay un cajero a 3 min andando..sin duda volveré!
Un buen sitio. Comimos bocadillos y la verdad es que estaban bien y nos los trajeron calientes.Precio aceptable. El sitio es curioso y los baños están limpios. Hay una salita que está al lado donde paga la gente y es un poco ruidoso pero por lo demás estupendo.
No tenían sitio en la terraza exterior y nos ofrecieron entrar a la terraza interior con sombra y mesas separadas con muchas platas que le daban frescor al ambiente, todo un acierto, éramos 4 adultos y 4 niños, los platos combinados un acierto, todos buenísimos, los huevos fritos con su puntilla y su yema para poder mojar pan, el pollo jugoso y muy sabroso, las albóndigas se deshacían en la boca con un sabor delicioso y que decir de los huevos con jamón una delicatessen, todos acompañados de patatas en su punto, la ensalada muy rica y el pan de dos clases recién hecho uno de aceite y otro de leña a cual más crujiente y rico para terminar unos helados y los cafés de los mayores. El trato de la chica que nos atendió fabuloso muy amable y atenta con los niños. Los aseos muy limpios con gel hidroalcoholico en todas partes.
Lo único que noe gustó que no se puede pagar con tarjeta solo admiten pago en efectivo.
Muy buen sitio para merendar un chocolate con churros cerquita del fuego!
TodoEmergencias (Arruza)
+5
Comida rica, personal amable, Itziar nos atendió genial, simpática, íbamos con dos perros y los trataron igual de bien que a nosotros. Precios muy asequibles. Para repetir sin duda.
Después de dar una vuelta por Rubielos de mora e impregnarse del aire medieval de los edificios y las callejuelas, el bar La Posada es ideal para continuar en la atmósfera del medievo. Buen ambiente en donde poder tomar desde un chocolate con churros hasta tapas y bocadillos. El local es precioso, con un hogar encendido (hemos venido a finales de año), música ambiental y mesas y sillas típicas de taberna. El señor que atendía me ha enseñado la terraza interior de verano y creo que tendré que volver cuando esté abierta porque ¡me ha parecido preciosa! El trato muy bueno.
Lugar con encanto para tomar unas tapas. La tapa de albóndigas está muy buena. Muy recomendable, buen ambiente.
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