De los mejores sitios que he probado con este contexto de comida. Borja siempre ha tratado muy bien y hasta se acordaba que me encantaron las croquetas y me las puso el día que fui. Muy atentos.
La pizarra me gusta mucho, varia dependiendo los productos y te ayuda a probar muchas cosas.
La comida buenisima y con muchísimo sabor.
El sitio no nos inspiraba mucha confianza al principio, pero una vez que empezó a sacar platos, las croquetas super recomendables se nota que las hace con gusto y caseras (SUPER CREMOSAS) pero la burrata, tuvimos que repetir, mi recomendación es que pusieran un poco de pan para acompañarla sino desaparece del plato enseguida, sin duda lo mejor y plato a destacar la torrija, podría decir que es la mejor que me he comido en mucho tiempo.
Repetiremos sin duda
Fuimos a mediodía y nos trataron con mucha amabilidad, preguntando por nuestros gustos, apetito, etc, para poder orientarnos mejor a la hora de pedir. Los platos son geniales, innovadores y sorprendentes, recomiendo la ensaladilla por encima de todo, el plato de pulpo y el nigiri de cigala, así como el brioche de steak tartar, pero sobre todo dejarse asesorar, ya que lo que aparece en la pizarra es el concepto, pero el plato es distinto a lo que te esperas. Espero que este local tenga una larga vida y volver pronto.
Desde que llegas al restaurante sabes que algo diferente, sorprendente y diferente te aguarda...el servicio, el chef y el concepto creado por éstos artistas gastronómicos en uno de los barrios emblemáticos de Valencia, es de reconocimiento Michelín al menos! Si quieres deleitarte, abrir paladar y sostener la respiración ante la perfección innovadora de sus platos...te recomiendo que pruebes a éste nuevo genio de la cocina! Es gamberro, atrevido y transgresor...es sin duda la excelencia sin olvidar los orígenes, un regalo! Muchas gracias por todo!
La comida espectacular, platos distintos con toques personales. El camarero recomienda todo, muy buena atención. El cocinero de luxe. Volveremos
Federico José Pérez Galindo
+5
Hemos estado celebrando el cumple de mi ahijado mi mujer y yo. Reservamos mesa con antelación y nos dejaron una mesa bien colocada y servida.
La comida muy buena servida en platos y soportes típicos de las especialidades.
Bodega correcta y buen postre.
El servicio correcto que abre imprevistos te ofrecen soluciones acertadas.
Local acogedor, fuimos a cenar y compartimos platos con diferentes sabores y texturas. El personal muy amable, te explican bien la composición para que puedas elegir.
La comida tiene buen sabor y es ligeramente diferente a lo que se ve en otros restaurantes. Las porciones un poco pequeñas. En general bien. Son un poco lentos para traen los últimos platos.
Es una apuesta valiente en un barrio poco gastronómico. Seguramente es mejor no ir con unas expectativas demasiado altas. Los platos están bien elaborados, aunque se echa de menos una mayor atención a los vegetales y algo menos a la carne de cerdo. En algún plato, menos salsa se agradecería. En todo caso, es un local que se puede, sin duda, repetir. Trato agradable.
¡Brutal! ya he ido dos veces con mi pareja y nos encanta.
Platos con sabores intensos, diferentes y muy sabrosos a un precio razonable, además van cambiando la carta y está genial para ir probando cosas.
El servicio también genial, Corina es muy atenta y agradable.
De todo lo que hemos probado nuestros favoritos son: el saam de panceta, el brioche de cochinita pibil, el dumpling de rabo de toro, las vieiras con panceta, la croqueta Almussafes y el postre que lleva chocolate blanco. Súper pendiente el dumpling de chilicrab que no quedaba, para la próxima.
También mencionar que las cervezas tienen un precio razonable para como están los precios por ahí, 2,20 € el doble.
Seguiremos yendo.
¡Muy muy recomendable!
Apuesta culinaria bastante gamberra cosa que se refleja en su nombre. Cocina de fusión con platos muy elaborados en los que se mezclan muchos sabores, matices y un producto muy bueno; además de emplatados excelentes con mucho color. Un sito bastante pequeño pero que consige dar un aire acogedor e íntimo. No es un restaurante barato pero la apuesta culinaria lo vale.
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