Nada que no hayan dicho aún de este establecimiento.
La comida está a un precio muy asequible, lo que hace la parada perfecta para los que viajamos de paso por este pueblo muy a menudo.
El camarero que nos sirvió nos aconsejó pedir menos de lo que habíamos pedido, un detalle que se va viendo cada vez menos en establecimientos tipo restaurante y que no sólo ayuda a no desperdiciar comida sino a ahorrar unos euros en estos tiempos.
Se echa de menos un tiquet para saber que te cobran y a como te cobran cada cosa ya que en la carta no viene el precio de bebidas.
Por lo general un establecimiento para volver a repetir una vez más.
La comida muy rica, abundante y barata. El camarero también muy agradable y pendiente (cuando se viaja sola se agradece). Lo único malo, que no tiene culpa el bar, que hay muchas moscas. Pero si quieres comer rico y barato, está genial.
Un sitio para ir a tomarse algo, servicio bueno, ambiente dependiendo del momento bueno o regulero, se llena mucho los domingos a la hora de las tapas (12-16). Comida simple, pero buena
Ambiente de la gente del pueblo. Muy simpáticos los dueños , llegamos un lunes tarde sin la esperanza de cenar y nos sorprendió ,aunque habíamos pasado de largo, Los calamares, la carne de pincho y el queso estaban muy buenos.
Bocadillos que te la ponen tiesa.
Angel Manuel Garcia Masegosa
+4
Buen ambiente, camareros simpáticos que saben gestionar el estrés y buena ubicación para ver procesiones con el botellín en la mano.
Una parada recomendable para tomar "una gorda" (como popularmente se llama el tercio de cerveza) y un bocadillo. Despues de visitar el combento de Santo Domingo y la celda de Quevedo. Se trata de un bar popular entre los vecinos de Villanueva de los Infantes con un ambiente familiar y un camarero muy atento y simpático. Las vistas desde su terraza son el busto de Quevedo y la puerta de la iglesia de Santo Domingo.
Sitio de precios muy asequibles para visitas, aunque no están preparados si viene muchas personas. Aún así el local es bueno y climatizado.
Medias raciones completas, personal muy amable, típico bar de pueblo con la única pretensión de atender a sus parroquianos.
Paco y su señora k son los dueños encantadores y está todo riquísimo y buen precio. Cada vez mejor!!!
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