Las tapas de marisco y pescado fresco buenísimas y bien de precio. Personal muy agradable
Comimos 3 personas, chipirones rebozados (un poco duros), 2 platos de berenjenas rebozadas (exquisitas), gamba al ajillo, cazón al adobo (buenísimo), secreto ibérico (le pusieron miel y frutos secos, así que algo diferente. Estaba un poco duro), tarta de queso, tarta de chocolate (especial) y contessa con chocolate fundido y nata (muy buena). La camarera atendía la terraza y el salón, así que no daba más de sí, y había que llamarla cada vez que nos faltaba algo. El ambiente muy tranquilo, comimos en el salón solos. Aparcamiento muy cerca.
La comida fue estupenda. Pedimos un aaroz con pulpo que estaba increible y el serivicio de Merche fue inmejorable. Volveremos seguro!!
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