Si tuviese que hacer un resumen de este restaurante sería este “comida de diseño en un restaurante de un polígono industrial”
Realmente ha sido una sorpresa. Es fácil aparcar, el lugar está bien decorado, tienen menú por 15,00 €, la atención es rápida (pese a estar lleno), la comida muy buena y la presentación exquisita.
Tenían bastante variedad de postres muy tentadores, pero estaba llena, por lo que opté por un café.
El único inconveniente que encontré, el cual no sé si es culpa del local donde está ubicado el restaurante, pero el ruido era ensordecedor, hasta el punto de casi ni poder oír al camarero decir el menú o hablar con alguien de la mesa. Se agradece y se valora la buena comida y el trato recibido, pero también el descanso en los oídos cuando sales de allí.
No obstante es un lugar para volver.
La comida es estupenda. El sitio es muy acogedor. Hay que ir temprano porque el salón es más bien pequeño y se forman colas. Una de las veces que fui, el servicio fue muy lento. Por lo demás, muy recomendable.
El menú del día es espectacular. Un restaurante 5 estrellas en medio de un polígono industrial. Sus platos son exquisitos. Da igual lo que pidas porque siempre sorprende por lo bueno que está todo. Los penne con carne más sabrosos imposible. La tosta de jugoso pollo al horno llevaba una salsa deliciosa que me encantó.
Hay que volver en breve!
Ojalá abrieran para cenar y fines de semana
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