Restaurante japonés muy acogedor detrás de la plaza de La Moraleja. Comida muy elaborada y con producto de calidad, importante reservar. Esta vez probamos la costilla de Waygu y es espectacular. El trato del personal y en especial el de Alberto es muy cercano, exquisito y con conocimiento de cada unos de los platos, nos acompañó también en el maridaje de los vinos. Repetiremos sin duda.
Como siempre un gustazo comer aquí. La materia prima es de primerísima calidad y da gusto todo. Desde la decoración y la amplitud de los espacios al impecable servicio. Solo tiene un pero… y es el precio, pero merece la pena…. No es como en algún sitio que he pegado 90 euros el cubierto y me he ido con la sensación de que me han clavado. Aquí pagas y sales contento siempre. En este caso salimos a 80 euros por comensal.
Hacía tiempo que no comíamos tan bien.
Todos las platos muy buenos y muy finos, te puedes pasar comiendo dos horas sin parar porque todo está bueno.
Nos dejamos asesorar y acertaron en todos los platos.
Nigiri de rodaballo, flambeado y langostinos en tempura para volverse loco.
Tarta de queso muy original,nada pesada y deliciosa.
Atención insuperable.
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