Estancia de fin de semana en el Meliá Alicante en régimen de media pensión. Dos cenas a la carta incluidas en la estancia con bebida aparte, pero a precios contenidos (5 euros una pinta de cerveza bien tirada o 24 euros verdejo José Pariente). Salón muy amplio y bien decorado con pantallas gigantes de webcams sobre el Mediterráneo. La atención del maitre y de los camareros es exquisita desde el primer momento. A elegir un entrante, principal y postres por persona de la carta (algunos platos con suplemento). Entre otras cosas pudimos degustar como entrantes: queso provolone gratinado, burrata con tagliata de calabacín, tortilla al estilo de Betanzos, alitas confitadas con salsa Hoisin, verduras a la brasa con coulis de piquillo... muy buena elaboración, platos generosos y bien presentados. Como principales nos decantamos por lomo de vaca rubia gallega, paletilla de cordero a baja temperatura y bonito del norte con guarnición. A destacar la paletilla de cordero con hierbas, deliciosa. Postres típicos dulcísimos: tarta de almendras, merengada y helado de turrón, crema alicantina casera con tulipa de frutos rojos silvestres y pasión de chocolate acompañado de helado de naranja y Aove. Fantásticos. Varios de tipos de pan a elegir. Buena recomendación en tu visita a Alicante: si te hospedas en el Hotel Meliá no te lo puedes perder.