Llegamos a ellos tras la recomendación de un conocido. Para nuestra boda quedaban 3 meses. Hicimos la degustación enseguida y quedamos encantados. Con ellos hemos tenido nuestra boda soñada y no era un reto fácil. Se trasladaron a nuestro pueblo, Codo y nos aconsejaron sobre diferentes temas. Agradecer a Ángela por su honestidad y reconocerle su profesionalidad. No podemos olvidarnos de Edgar, ha estado pendiente de nosotros en todo momento, ayudándonos en todo lo que podía y por supuesto no queremos dejarnos a Yasel, estuvo con nosotros el día de la boda, nos mantuvo tranquilos, sabiendo que estábamos confiando en los mejores. El equipo un 10, repetiríamos con ellos SIEMPRE.

Mil gracias a La Cocina de José Fernández y La Torre del Pino por haber transformado el día de nuestra boda en el paraíso. En especial a Ángela y Marta. Nunca podremos olvidar la magia que creó su equipo desde que llegamos hasta que nos fuimos. Todo el mundo estaba hechizado por los sabores, el entorno y la música. Nos cuidaron hasta el más mínimo detalle. No podría haber sido más perfecto. Tenemos muchos amigos que trabajan en bodas y no paraban de decirnos que era la mejor boda donde habían estado. Cada mesa de invitados, tanto irlandeses como españoles, nos felicitaba por su camarero, por el servicio tan amable y cercano, por la increíble comida... Nos dijeron que las tapas eran las mejores que habían probado nunca y que la cena y la cocina eran de calidad de lujo. La gente no podía estar más contenta de verdad. Estaban realmente impresionados con el sitio, con el servicio y con la profesionalidad de todos los trabajadores. Fue una boda preciosa. Las palabras no llegan para expresar lo excelente que fue todo, desde el principio hasta el final, y lo inmensamente agradecidos que estamos. Como dicen en inglés, caminasteis una milla extra por nosotros, disteis más de lo que se espera de vuestro trabajo. Ángela era como un hada madrina, para cada posible preocupación ya tenía la solución antes incluso de preguntar, transmitiendo calma en todo momento. Nos quitamos el sombrero, de verdad, con cómo hace su trabajo. Con su equilibrio entre cercanía, humanidad y profesionalidad. De verdad, queremos repetirnos y daros otra vez un millón de gracias por haber estado, constantes y excelentes, desde hace tres años! hasta que pudimos celebrar la boda. ¡Gracias por haber hecho realidad nuestro sueño con vuestra magia! Iain e Irene