Restaurante a una calle de la playa de Altafulla. Ubicación perfecta. Lugar tranquilo. Te ofrecen salón interior o carpa. Los dos lugares nos parecieron perfectos. Nos decidimos por la zona carpa para cenar. La reserva por la web perfecta. La carta variada incluye un menu infantil. Hemos decidido compartir 3 platos de primero y compartir 3 pinchos de ternera y pulpo de segundo. Los primeros platos (pan con tomate, steak tartar, parrillada de verduras con romesco) sabrosos, bien presentados y completos. El tartar mejorable (pero es que la persona que se lo ha pedido es un gourmet del steak tartar). La parrillada con poquito romesco pero las verduras ricas. Recomendables los 2 platos. Los segundos platos, los pintxos, espectaculares y acompañados con patatas fritas y chips de puerros los de ternera y de judias blancas y pimientos de padrón los de pulpo. La ternera tierna y sabrosa y el pulpo super tierno y sabroso. De postre, un pan con chocolate con aceite y sal…muy rico! Repetiremos seguro. Calidad-precio correcto. Resaltaría la amabilidad y profesionalidad de los 3 camareros que nos han atendido hoy miércoles-noche. Gracias por una cena de 10. Nos vemos pronto!

Lugar tranquilo al que llegamos buscando un sitio para tomar un café de media tarde, pues era nuestra primera visita a Altafulla. Buen lugar para relajarse, buen ambiente, salvo que aun se puede fumar en las terrazas y, a los que no fumamos, nos fastidia, pq no podemos escaparnos del humo. Esperemos que pronto sea prohibido también (ya hagan caso). en fin, sin mas rollos, destacar el buen servicio por parte del personal y que tiene como 2 terrazas, una en la calle y otra como interior, donde por la noche se debe cenar de fábula con la fresca.