No conocíamos el restaurante y fuimos guiadas por las reseñas, y fue un muy grato descubrimiento. La comida estaba espectacular, todo muy rico y respetando los tiempos de los comensales.
Si hay hay que resaltar además de la comida es el trato excepcional de los camareros y cámaras del local, fueron muy amables, educados y sobretodo atentos. Fuimos con una perrita y nos dejaron entrar con ella adaptándonos un hueco en la terraza e incluso le trajeron agua para que beber.
En resumen, un local al que sí tenemos oportunidad volveremos y recomendamos encarecidamente.
Genial sitio para comer, muy agradables en el trato y la comida tiene buena relación calidad/precio. Nos gustaron especialmente las empanadillas fuera de carta, la unidad a 6€ pero de buen tamaño y un sabor espectacular.
Está todo muy bueno! Hemos probado la presa, los langostinos crujientes y el cogollo a la brasa que lo recomiendo mucho!
Por último los postres caseros muy originales y también muy ricos!
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