Me alucino tanto la atención de Paco, Esther y su cocinero Kenty que pensé que estaba como rodeado de mi familia, la decoración me trasladó a una auténtica sensación de sentir la comodidad de una lujosa embarcación, me dejó parado la gran profesionalidad que tienen para recomendar tanto los platos estrella como los platos del día, realmente eran tan frescos como recién salidos Del Mar, lo más curioso es que además tienen el gran detalle de antes de que pidas un plato te ofrecen degustarlo para que experimentes tus sensaciones y paladar antes de hacer la comanda, jamas había vivido tan grata generosidad.
Gracias a su ayuda he podido degustar percebes, almejas vivas, ostras de gran calidad, que lógicamente al probar tal manjar no dude en pedir de todas ellas una ración, mi sorpresa fue además la abundancia y generosidad en cada uno de esos platos.
He ido a muchas marisquerías y nunca había sentido tan grata experiencia.
Realmente ya se donde ir cuando tenga que hacer una celebración o pasar un día especial.
También añadir su gran surtido de vinos y de licores a un precio muy económico.
Realmente valoraría este restaurante con un 11 si la
Máxima puntuación fuese un 10.
Excelente producto, bien cocinado y servido con una atención exquisita. Carta de vinos no demasiado larga, pero con vinos interesantes y sin un Mark up excesivo. Buena relación calidad-precio. No es un restaurante barato, pero el producto que sirve es de calidad. Para volver sin duda. Han pasado dos años desde mi primera reseña y sigo manteniendo lo mismo.
Hemos celebrado la comida de Navidad de trabajo. Todo muy bien, desde la preparación con un montón de consultas a Esther que con mucha paciencia nos resolvió hasta la comida que estaba buenísima y la sobremesa con chupitos y mucha simpatía por parte de todos en Esthvan. Seguro que repetimos
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