En mitad del casco antiguo se encuentra esta antigua posada convertida en restaurante y hotel. Una calidad precio excepcionales. Platos bien abundantes y buena calidad tanto pescado como carne. Un precio que ronda los 28 euros x cabeza con vino y postre. El pan es buenisimo. Recomendado 100%
Céntrico, bien comunicado, histórico, buen servicio, ambiente señorial pero a la vez familiar, te sientes como en casa.
Los platillos son completos, la tortilla bien hecha, la sopa con tropezones esquisita, el pie de cerdo con sepia y albóndigas muy sabroso, los postres equilibrados.
El precia acorde a la calidad.
La carta de vinos variada.
Muy recomendable.
Los servicios amplios y muy limpios.
Que mas se puede pedir?
Volveremos
Un clasico en este barrio, no es barato pero tampoco muy caro. Me encanta su ambientación, siempre esta lleno de gente y su iluminación te da un ambiente intimista. Comida catalana muy buena. Si eres turista vale la pena una toma de contacto así con la cocina catalana, si eres autoctono te va a encantar tambien
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