Siempre buen producto y bien elaborado. Todas las veces que he comido el menú de mediodía, me ha encantado. Incluso nos han preparado un plato especial para mi hija de 3 años. El servicio muy bien, rápidos, atentos y agradables, en especial Jose, que nos ha tratado de maravilla.
Estábamos buscando un restaurante que estuviera cerca de la estación de Sants, y fue un auténtico descubrimiento. Para empezar es un restaurante pequeñito, pero decorado con gracia, nada más llegar nos ofrecieron una tapa con nuestra bebida y ya me sorprendió porque era un ceviche que estaba delicioso, con una presentación, como se puede ver en mi foto, excelente. Después pedimos unos entrantes, que fueron unas croquetas que estaban espectaculares y el típico canelón de Navidad de Cataluña, nos encantó. Pero el broche final fue lo que realmente ya nos enamoró: un entrecote presentado en piedra, que estaba tierno y de un sabor exquisito. El trato por parte de las camareras fue impresionante. También había un camarero que nos atendió en algún momento y muy simpático también. Estuvieron muy atentos de que todo estuviera agradable para nosotros. Desde luego si vuelvo por Barcelona de paso, quiero volver a este restaurante. Muy recomendable.
La comida estaba bastante buena, el servicio fue amable y cordial, nos invitaron incluso a un chupito. La única pega que le pondría es la acústica. Si hay ruido en otras mesas, se nota muchísimo y tienes que hablar más alto tú.
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