Jesús Carlos González Ceinos
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La atención diaria define el buen hacer de este restaurante de cocina vasca como la de casa de toda la vida. Abren pronto por la mañana para dar cafés y pintxos a los marinos que salen a faenar y trabajadores que empiezan su jornada a las 5 de la mañana. Trato exquisito y familiar. Productos frescos de la mar y carnes de la tierra. Totalmente recomendable.
Restaurante muy concurrido en el centro de BERMEO. Menú del día con comida casera de verdad, a un precio moderado (13.50€). Raciones generosas y platos muy variados. Los postres caseros riquísimos. El comedor es pequeño por lo que recomienda reservar. Lo mejor de todo es el servicio. Las camareras son súper amables y un encanto. A pesar de que lo tenían todo a tope, nos vieron que veníamos en moto con hambre de lobos y nos hicieron un hueco. Mil gracias !! Volveremos seguro.
El comedor es pequeño, hay que ir temprano para conseguir lugar. Menú económico, es abundante y sabroso, mucha variedad en los postres. La calidad de los productos en relación al precio, es muy buena. Lo recomiendo.
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