El Trull es de aquellos lugares que vas una vez y tienes que volver.
Ya no solo por la gran cantidad de platos de la carta si no por el entorno que lo acompaña.
Las viandas de gran calidad, cocinadas con destreza y en su justa medida. Hace años que vamos y todavía quedan platos por probar. La carta de vinos extensa y de múltiples denominaciones de origen. Y lo mejor, el trato, amabilidad y profesionalidad de los Francesc, (Pare i fill), y te hacen sentir como en casa. Sin olvidar a David y resto de personal que miman cada minuto que pases en el Trull.
Hacia tiempo que queríamos venir así que reservé con tiempo mesa para 2 y fue genial.
Buen recibimiento, mesa situada en una zona con vistas al río genial. Buen servicio y buena comida.
No había aglomeración de personas ni todas las mesas ocupadas lo que hizo que la estancia fuera agradable sin mucho ruido y con música suave de fondo.
Genial y recomendado.
Los chupitos en chocolate muy buena idea.
Nunca había ido a este restaurante y ha sido un gran descubrimiento. La comida estaba hecha con ingredientes de proximidad, los platos y recetas con una elaboración muy cuidada (¡el sabor exquisito!), y el ambiente es muy agradable.
Además, el servicio y la atención de los camareros es de 10.
Los alrededores, sin duda, son un plus a tener muy en cuenta. Con el río justo delante, árboles e incluso patos y ocas. Todo un entretenimiento para niños y también adultos 😅
Es un sitio alejado pero merece mucho la pena ir.
PD: hemos comido ensalada de burrata, alcachofas, murgulas y de postre tiramisú diferente. No ha habido ningún plato que no nos haya parecido excelente. Repetiremos seguro.
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