Pizzas brutales. Pidas cual pidas está buena. Alguna al principio asusta, como la de morcilla con cebolla caramelizada, pero están todas tremendas. Lugar muy recomendable. Mejor reservar porque suele estar a tope.
Atendiendo a la invitación del dueño, volvimos para dar una segunda oportunidad. Paco, el dueño, nos atendió muy amablemente, reconociendo el fallo que tuvieron el primer día que fuimos y nos dio la explicación a lo sucedido: si no se está muy pendiente, el horno coge tanta temperatura que la pizza se quema por encima y la masa no queda hecha y por ello la encontramos sosa y sin sabor. Este dia repetimos mitad de la misma pizza que probamos el primer día y otra recomendada por Paco. Decir que la pizza estaba excelente. La masa muy bien hecha, en su punto, y la pizza muy rica y muy gustosa. Nada que ver con la primera vez, por ello cambio valoración a 4 estrellas porque creo que un error lo puede cometer cualquiera y además la actitud de Paco fue humilde y con clara vocación al cliente. Sin duda un sitio al que volveremos dada la buena experiencia que tuvimos en esta segunda ocasión. Indicar que cumplieron su palabra y pese a que quisimos pagarnos las bebidas, no nos dejaron y nos invitaron a toda la cena.
Pizzas muy buenas y de calidad. Pero tuvimos que esperar casi una hora para que nos las hicieran. Se excusaron en que tenían un par de grupos muy numerosos. Una de dos, o no admiten más de un grupo por noche, o las noches que tengan reservas de ese tipo, hay que reforzar el personal para que el servicio sea más eficiente. Sin duda, algún día volveremos.
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