Estuvimos en Cazorla por un evento deportivo. Buscando por Google restaurantes para cenar, vimos este que tenía buenas reseñas y nos pillaba cerca de donde estábamos pernoctando. Fuimos a primera hora de la tarde, y nos atendieron rápidamente. El dueño del restaurante nos explicó un poco los platos de la carta, los que tenía fuera de carta y los tradicionales de Cazorla. Nos decidimos por coger raciones y probar un poco de todo. En primer lugar probamos para ir haciendo hambre, unas croquetas de pollo caseras, vienen unas ocho croquetas. La fritura estaba perfecta y al abrir la croqueta la mezcla se veía suelta y con buena textura. En boca, no tenia mucho sabor a pollo, pero estaba muy buena. Seguidamente probamos unos boquerones rebozados, un plato bastante cumplido. Estos también tenían un rebozado perfecto, sin nada de aceite, y con un sabor delicioso. Continuamos con la berenjena a la miel. Este ya no nos gustó tanto. La berenjena estaba cortada en gajo con una salsa de miel por encima y frita. En boca se deshace pero la verdura absorbe todo el aceite y la textura y el sabor no eran lo más acertado. Finalmente pedimos un revuelto de espárragos. Otro plato con una ración bastante grande y acompañado de trocitos de jamón. Este también un poco aceitoso, pero con un sabor muy bueno. Para no irnos de allí sin probar sus carnes, pedimos unas chuletas de palo de cordero. En el plato venían cuatro chuletillas acompañadas con patatas. El sabor de la carne era muy bueno y las patatas también, pero muy aceitosas y esto mata bastante el sabor. Este plato me pareció muy escaso para el precio. Pedimos unos postres, todos ellos caseros. Una tarta de la abuela y un flan de queso. De los dos me quedo con el flan de queso. La tarta de la abuela no me llamó la atención, un sabor muy neutro a chocolate y nada más. Estuvimos muy a gusto y nos atendieron muy bien. Es un lugar que, si estás por Cazorla, lo recomiendo.

Excelente mesón con tapas y comidas típicas y características de Cazorla.Ubicado en un lugar céntrico y con el parking justo al lado. El bar está muy limpio y con decoración serrana con muy buen gusto! La limpieza del wc de señoras es impecable, el lavabo antiguo me ha encantado y huele genial el ambientador. La cocinera tiene muy buena mano: tapas bien elaboradas, la cantidad bastante generosa y muy ricas; nada aceitosas, me han gustado mucho los pinchos, boquerones, el lomo con pimientos...volveremos pronto, quiero probar el resto de tapas que esta chica elabora ya que estas estaban deliciosas! Las chuletas de cordero, las patatas a lo pobre y la carne con tomate estaban de lujo! El camarero muy agradable al trato, simpático y educado. De adolescente cuando venía al pueblo frecuentaba este bar y me ha hecho ilusión regresar después de tanto tiempo y ver que todo está sobresalientemente mejor de lo que ya siempre estuvo tiempo atrás. Mi más sincera enhorabuena a los dos! En Barcelona no disfrutamos de lugares así, con lo cual: cuando vemos algo bueno...lo valoramos y apreciamos.