Visita obligatoria en Celanova. Destaca por la excelente comida y por el servicio del dueño. Vamos con la evaluación: Comida: 10/10. Nunca había ido a un restaurante Mexicano así. Cocina tradicional. Pedimos, aconsejados por el dueño, guacamole, costillas, tacos dorados y el chamorro (codillo). Te llevan a la mesa varias salsas, pico de gallo y jalapeños para añadir a tus platos. El guacamole fresco y muy sabroso, acompañado de totopos caseros y chicharrón, riquísimo. Las costillas, asadas a fuego lento con tamarindo y salsa barbacoa, súper tiernas. El chamorro, buenísimo, la carne muy blandita. El costillar y el chamorro vienen acompañados de nopal (cactus), para montar tus tacos. Puedes pedir más tortillas para los tacos cuando termines las que te sirven con el plato, así siempre tienes tortillas calientes. Los tacos dorados, de pechuga de pollo, con un toque rápido de fritura y cubiertos de lechuga y queso, deliciosos, quizá los que más nos sorprendieron por sabor. Postre: 8/10. El postre típico que sirven son tortillas de trigo con cajeta y cacahuetes. La cajeta es similar al dulce de leche argentino, pero elaborada a partir de leche de cabra, según nos explicó el dueño del restaurante. La verdad es que la cajeta me gustó bastante más que el dulce de leche. Personal/Servicio: 10/10. El servicio es excelente. Desde el primer momento nos atendió personalmente el dueño. Muy amable. Se sentó con nosotros en la mesa, nos explicó los platos y nos recomendó que pedir. Sin su ayuda no habríamos pedido lo mismo, y las experiencia no habría sido tan buena. Además, nos sirvieron muy rápido. Todo perfecto. Local: 8/10. El local, por la pinta, es un antiguo bar de los de toda la vida. Alguna decoración relacionada con México. Todo limpio y perfecto. Desde luego es más que recomendable. Volveremos.