Estamos alucinados todavía con la cena de ayer. El lugar es maravilloso, espacios grandes, de piedra, al detalle, con esa elegancia catalana. Nos hicieron sentir como en casa, super cálidos, atentos, al detalle con todo... El servicio tanto de vajilla preciosa como personal me parece extraordinario... Una cocina mimada y exquisita cuidada al mínimo detalle. Comimos unas increíbles gambas de Palamós, que estaban en su punto perfecto y exquisitas, las mejores que he probado junto con las del Restaurante Etxebarri de Bizkaia (top 5 del mundo). El rosejat, que era para llorar de emoción de lo bueno que estaba.... De tan rico que estaba, pedimos otro plato más del mismo... Comimos también canelón XXL que estaba de desintegrarse de placer... Y luego para los postres pedimos buñuelos y tatin de manzana que eran increíbles... Pensábamos hasta pedir 4 postres porque todos eran brutales... Los empleados y vajilla maravillosa, el cuidado de Tomasi y Joaquim en sala maravillosos... Deseando volver para volver a comer todo lo que podamos de la carta en distintas temporadas... Se ha convertido en nuestro sitio super favorito y querido. La cocina de Joaquím y compañera de cocina más limpia que un quirófano y creando unos platos con un amor, delicadeza, gusto, pasión, perfección nunca visto.... Super agradecidos. Id y comed!! El precio muy barato para los platos tan exquisitos que son, hubiera pagado 50% más lo que cenamos. 👐🏿💞👐🏿💞👐🏿💞👐🏿💞👐🏿💞👐🏿💞👐🏿