Durante varios días e comido y cenado aquí puesto que me gustó muchísimo. El primer contacto no me gustó puesto que fuimos a tomar algo a medio día y tenían la música repetitiva y demasiado fuerte para ese horario. Pero volví para cenar con mi pareja y encantadisimos los dos con los platos, tanto que al día siguiente volvimos para comer. Los platos son enormes y muy acorde a calidad precio. Las berenjenas estaban riquísimas pero a mi parecer ponen demasiada cantidad (pueden ofrecer media ración para los que comemos normalito). Por poner un "pero" es que mi pareja pidió salmorejo para cenar y al día siguiente para comer, y el día de la comida se lo pusieron en un cuenco muy pequeño y con atún (la primera vez que lo vemos ambos asi) y pensábamos que era lo que les quedaba y debíamos dar gracias pero la sorpresa es cuando al chico de al lado se lo trajeron minutos después justo como la noche anterior. La cena salió en 26 € y la comida 47€, en la comida nos cobraron el pan y alguna cosita demás que me di cuenta ya fuera del bar. Pero en resumen todo perfecto

Un lugar muy acogedor,buen servicio, se come bien, todo muy rico y casero. Está justo enfrente de la estación de tren. Repetiremos!