Sitio espectacular (antigua bodega-cueva convertida en lugar de comidas).Comida casera,sabrosa y carnes de calidad.Servicio rápido ,camarera y dueña amables. Se fue la luz y comimos a la luz de las velas,eso le añadió al lugar más magia .
Un buen lugar para compartir un buen chuletón y una charla amena.
Muy buena atención y maestría en el oficio.
Él no tener cobertura ayuda a mantener una conversación sin que se vea interrumpida por los avisos del WhatAap y Apps varias.
Indispensable pedir las croquetas caseras.
Restaurante situado en la zona alta del molar donde casi todos los locales utilizan las cuevas como salas para comer
Muy rústico e interesante el comer en una cueva aunque con eco propio de una cueva el jolgorio de cada recoveco acentúa más
Pedimos una parrillada para dos como entrante para 5 con sangría 36€ (panceta ,chorizo,morcilla,costilla de cerdo y de cordero)bun de cantidad y calidad
Unas croquetas(10u) de bacalao y morcilla (morcilla de 10)
Y un par de chuletones para finalizar nos salio 22€ cada comensal
Buen sitio para comer
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