Restaurante turco ¡¡¡OJO, NO CONFUNDIR CON NINGÚN TIPO DE KEBAB!!! Éste restaurante es de comída típica turca sentado en mesa con mantel y NADA que ver con un kebab. Reconozco que me vuelvo loco con el kofte (albóndigas turcas) aunque yo diría que son hamburguesitas ¡¡pero qué hamburguesitas (foto)!! La comida está buenísima, eso hay que reconocerlo y las raciones son bastante generosas. Los precios están bastante ajustados con lo que la relación calidad/precio es muy buena. Si hablamos del local pues todo son parabienes también. Está situado en pleno centro de la ciudad al lado de la Catedral con lo que la ubicación es ideal y a pesar de ello para nada es ni ruidoso ni escandaloso, más bien al contrario, la experiencia se hace tranquila. Si hablamos de la limpieza la nota es de 10, tal cual, ya he ido varias veces y no bajo la nota, un placer encontrar un restaurante tan limpio. La sala es muy agradable, amplísimos ventanales de techo (alto) a suelo y de lado a lado (foto), eso sí, no muy amplia pero para mí fenomenal porque queda más íntima la experiencia. Sobre la decoración he de decir que no te metes ni en Estambul ni en Ankara, es occidental y está bastante bien, muy agradable como he dicho antes. Y todo ello bajo música turca de fondo pero con un volumen muy adecuado, muy bien. En la segunda vez que estuve me sirvieron una tapa mientras esperaba el plato, en la tercera vez eso ya no existe. En resumen, si quieres probar comida turca buena buena, a buen precio, en un local bonito, tranquilo y limpio este es tu restaurante, no lo dudes. Nota: nunca pongo 5 ⭐️ porque considero que las 5 ⭐️ es otro nivel, pero éste restaurante es de 8,5/10.

El sitio esta bastante bien, la decoración, la tranquilidad, la ubicación en una esquina especialmente agradable; la cuestión es que parece un poco para guiris, al menos el ambiente es así, probablemente por la zona. La comida es peculiar, si te gusta la comida especiada te encantará, es diferente y eso lo consiguen. Recomendado el surtido de Meze que trae todos los entrantes, la musaka y el kunefe (el mejor postre con muchisima diferencia) Por contra el plato mixto estaba regular, la verdura refrigerada y la carne algo escasa, el bulgur recalentado, el arroz con leche estaba bastante insulso. En definitiva una sensación agridulce, aunque solo por los entrantes recomendaría la experiencia.