Visitando Guadalajara, el sitio es lo que es y realmente no es mejor ni peor que el resto. La relación calidad/precio se mueve en un rango estandar, sin ser caro. La carta tiene unos platos mejores y más acertados que otros y en el servicio ponen buena voluntad aunque a veces parezcan estar algo desbordados y estresados. Como visitantes, todo el mundo que tratamos en Guadalajara nos pareció que estaban "de mala hostia" pero es cuestión de percepciones: quizás para un andaluz podrían ser "bordes", pero para un navarro podrían ser "simpáticos". Como mejora para el bar, para mi gusto, quizás haría unas instalaciones interiores mejor iluminadas, mejor distribuidas y algo más sofisticadas, además de cuidar un poco los detalles.
La ración de patatas tejanas es generosa. Las croquetas de morcilla son extraordinarias. Muy buen servicio
No sabíamos donde cenar y por un precio muy asequible (que Guadalajara no es barato) nos pusimos de croquetas de morcilla y bravas hasta arriba. Eso, y dos cañas, 20€ en total. El camarero muy amable. Recomendable.
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