Fernando Rosado Garcia
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Un lugar tranquilo y muy agradable para comer o tomar algo. En la entrada del mercado de abastos. Tienen una terraza en la calle que consta de unas seis u ocho mesas para comer. Ambiente tranquilo y familiar. Los camareros son muy amables y simpáticos y te asesoran sobre qué pedir. La comida es casera y fresca y sabrosa. Las cantidades son grandes y el precio es bueno. Puedes aparcar en la calle por la zona cercana sin problema. Tienen baños dentro del mercado y están adaptados para poder usarlos personas de movilidad reducida. Los niños pueden comer que se adaptarán a sus necesidades tengo en la comida como en sillas tipo trona. Muy rico todo y sabroso, estupenda relación calidad y precio.
Lugar pintoresco donde comer comida casera y muy rica de Lanzarote. El vino de la casa, un vino blanco peculiar, me gustó. La comida para volver, todo delicioso. Un lugar auténtico, el trato del personal estupendo. Lo único es que son pocas mesas y te tienes que apuntar y esperar para poder sentarte.
El pueblo una maravilla, me acerque al mercado de Abastos , pequeño pero suficiente para comprar pescado , carne , frutas, verduras y si quieres comida preparada o para comer allí . A pesar de ser viernes estaba tranquilo , el sábado más concurrido por el mercadillo . Muy recomendable
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