Ricardo Polo “Ricardo Medianoche”
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Hacia algún tiempo que no iba y tenia muy buenos recuerdos, sobre todo por su cocina, pero no creo que vuelva. 12€ por una hamburguesa con patatas fritas, congeladas, de guarnición y 3€ por una caña me parece excesivo. Una hamburguesa, una caña y un postre, servidos con mantel y servilletas de papel, te cuestan lo mismo que un menú con entrante, dos platos, postre, vino de calidad muy aceptable y un detalle final, servidos con mantel y servilletas de algodón y con cambio de cubiertos entre platos en un buen restaurante cercano. Le pongo tres estrellas porque la comida sigue siendo aceptable, aunque con raciones algo escasas por el precio. Lo dicho para no volver.
Cafetería - restaurante con una calidad impresionante. El personal siempre tan atento y agradable.
Las zamburiñas son un descubrimiento, están excelentes. La tostada de pan de cristal con trucha y huevas estaba, aparte de muy bien presentada, de un sabor exquisito. La tarta de queso y los demás postres geniales.
En resumen, merece la pena la visita de vez en cuando.
Lugar tranquilo, acogedor, tienen platos para cenar que se salen de lo común. Ingredientes de primera, se nota sobretodo en el sabor que tienen. Los camareros fueron muy amables y nos explicaron todos los platos que nos sirvieron. A demás de ello pedían feedback de todos, algo que demuestra que realmente se interesan en dar lo mejor a sus clientes y en mejorar, si hay posible mejora. La verdad muy recomendable, apunte personal, el postre de coulant de queso extraordinario.
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