Paramos volviendo de una escapada a Castellón.El restaurante se encuentra en la primera planta de un pequeño hotel, todo y que parece que son negocios distintos. No es muy grande, luminoso y se agradece que las mesas tengan una buena separación para comer de forma más íntima. Fue una grata sorpresa, con un menú de fin de semana de 20€. De primero comí una paella de gamba y carpaccio de pies de cerdo muy buena, me resultó acertada la combinación. La cantidad de pie de cerdo era poca pero la justa para dar más melosidad al arroz. De segundo tomé un suquet de rape. Era un suquet sencillo, sin gambas ni mejillones, pero el sofrito estaba muy bueno, y por 20€ el menú, no podemos pedir más. De postre vinieron con el carrito de pasteles, dónde habían 2 pasteles distintos y 3 tipos de tartaletas. Yo escogí un pastel relleno de crema y almendras por encima, muy rico, me gustó mucho. El servicio fue muy bueno, muy atentos, con un trato dulce y agradable. En definitiva, un restaurante para volver y totalmente recomendable.
Buen sitio para comer, la coca de atún muy interesante la intentaré hacer en casa, el pescadito muy fresco y sabroso. La atención bien, faltaba una poco más de suavidad poniendo los platos y sensibilidad por la cultura local. Relación calidad/ precio para ser tan alejado de las urbes con los costes que tienen más bajos, el precio es en la media de Barcelona/ Tarragona 15-20 € x persona el menú diario.
Sin duda volvería..
Me ha sorprendido agradablemente que siendo un hotel ,sea la comida tan elaborada. Un trato muy Agradable,un ambiente tranquilo.
Pedimos arroz a la marinera,que estaba delicioso.
Gracias a todo el equipo!
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