Está ubicado en un pueblo muy pequeño en pleno camino de Santiago.
Es todo muy tranquilo y rodeado de naturaleza. Justo detrás pasa el río y está lleno de vegetación.
Las habitaciones muy limpias, sencillas pero con lo necesario.
Por la mañana desayunamos en el bar tostadas con tómate y café. Te preparan culaquier cosa pero deberían tener a la vista una carta, únicamente hay una pizarra en el exterior que indica que se puede comer allí pero una vez dentro no hay nada de comida a la vista en barra ni carta para echar una ojeada.
Por lo demás un sitio que recomendaría.
ruben sanchez parazuelo
+5
Magnífico sitio de comidas. Ideal como transeúnte del Camino de Santiago, pero muy mal como viajero en coche. Accesos muy limitados.
Trato excelente, buen producto y precio adecuado.
Rosa C.
+5
El restaurante me ha encantado. La comida está buenísima, el trato inmejorable y del entorno, ¿qué más se puede pedir?
Volveremos, la próxima nos quedamos a dormir.
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