Es la primera vez que veníamos y salimos encantados, la comida rápida y sin tener que esperar para tenerlo todo en la mesa. Nos encantó estaba muy rico, pero el ambiente que se transmite un buen tratado entre compañeras te hace sentir cómoda, en todo momento una señora que se llama Lucía se preocupó por cómo estábamos y repetiremos sin dudarlo. Gracias
Este lugar es un auténtico hallazgo para los amantes de la comida abundante y deliciosa a precios muy accesibles. La generosa porción de comida que sirven es impresionante y, lo mejor, sin sacrificar el sabor. El ambiente es encantador, con una autenticidad típica que te hace sentir como en casa. Sin duda, un destino obligado para disfrutar de platos exquisitos en un entorno pintoresco.
Nos pedimos unos nachos y estaban tremendamente ricos (aunque en la carta ponía que llevaban guacamole y no lo vi por ningún lado). Los totopos estaban crujientes, el queso muy cremoso y en general tenían muy buen sabor.
El sitio cuenta con mesas interiores y terraza. La calle es peatonal y suele estar bastante transitada. Hay mucha restauración alrededor.
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