Fuimos a las canteras viendo de bar en bar donde cenar hasta encontrarnos con este restaurante un poquito más arriba de dónde están todos, acogedor, familiar y vimos que tenía la cocina abierta cosa que nos invitó a entrar. Vemos a una mujer en su cocina, ordenada, limpia y con todo muy bien la cual nos atiende y es italiana. Empezamos a hablar con ella nos da mesa y pedimos el souffle de calabaza, muy muy sabroso seguido de tagliattele con hígado y grappa y el estofado de pollo que era como llevarme la cocina de mi madre a la boca otra vez. Acabamos con los postres, tarta de queso, de 10 y eso que soy un forofo a estas tartas, y la sopa inglesa que otra bomba de sabor para el paladar.
En resumen trato exquisito, comida como la de una madre que cocina con sus mejores manos y ambiente muy acogedor y relajante.
Muchas gracias por esta experiencia.
Muy buena experiencia le da un toque novedoso tanto a la cocina italiana como a la canaria fusionando ambas. Los dueños muy amables. Platos a destacar la burrata casera y la carbonara de mariscos.
Restaurante incredibile en la playa de las canteras que mezcla la comida Canaria e Italiana. Comida casera, los dueños del local súper agradables, déjate recomendar por ellos. Mi pareja y yo tomamos gazpacho casero, lasaña y el pollo estofado receta de la abuela. Llegamos de casualidad, ya que esta algo escondido, y quedamos encantados! Pd. Deja hueco para el postre casero.
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