Lo mejor de este sitio es su ubicación, con terraza, prácticamente siempre a la sombra, en una placita sin mucho ruido.
Por lo demás, probamos la tortilla, un par de bocadillos y las patatas bravas. La tortilla muy buena, se nota que además es casera y las patatas también aunque la salsa no picaba prácticamente nada, pero estaban bastante ricas. Los bocadillos, por lo que dijeron mis acompañantes, también estaban ricos.
Por otro lado eché de menos más opciones vegetarianas, porque lo único que podía comer era prácticamente lo que pedí… de ahí no le pongo las 5 ⭐️
Aún así lo recomiendo sobre todo si pasas por la zona y quieres un sitio más o menos tranquilo, en la terraza.
PD: muchas gracias al camarero que nos atendió pues nos dejó mover la mesa a un sitio con más sombra a pesar de que luego el pobre no nos veía cuando le llamábamos. Era un chico muy agradable.
Bar de toda la vida con un trato excelente. Saben cómo cuidar de sus clientes. Si estáis por la zona parar a tomar algo
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