La comida muy rica recomendables las quisquillas. . Calidad precio buenos. El personal un poco saturado de trabajo, lo que hacía que el servicio fuese muy lento...
Uno de esos sitios de Marbella que no es, quizás, de los más sonados pero que para los que pasan tiempo en la ciudad deben ir, tanto por el trato cercano u coloquial como por una comida rica y, sobre todo, una muy buena relación calidad precio.
En el centro, pero algo retirado del meollo y el mayor jaleo, es ideal ir dando un agradable paseo y disfrutar de su terraza (a la sombra, punto importante) y el interior.
En definitiva, un sitio cercano que merece la pena visitar.
Un restaurante muy acogedor en un callejón emblemático del casco antiguo, en un entorno histórico de la ciudad. Local muy bien cuidado, limpio y de estética atractiva. Sentarse fuera de noche es una delicia. El trato es muy amable y honesto, el servicio muy profesional (también he de puntualizar que tenían poco estrés un martes en septiembre) y la cocina de excelente calidad, de corte tradicional. Recomiendo los espetos de sardinas si es buena época. El pan tostado al fuego es un detalle muy original. Los precios son normales y adecuados. Para ir en coche, no es nada fácil aparcar por la zona. Recomiendo buscar un parking o dejar el coche en otro lugar y disfrutar del paseo.
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