No estan permitido perros..y tienen un enorme guardián en la puerta. Al servicio le preguntado que quien hacía las croquetas...el chef!... chef cate, pruebe todo lo que haga porfavor!!. Croquetas de jamón espesotas y sin apenas gusto. Croquetas de setas más jugosas pero sin sal. Las patatas de olot no están mal. NO recomiendo los canelones de pato, la manzana enmascara y dá demasiado dulzor al plato. Recomiendo el bacalao gratinado con all.i.oli, en su punto de jugosidad, las carnes a la brasa al gusto del cliente y la tarta de queso de cabra. El cava llegó natural y lo quisieron arreglar con cubitera e hielo, diciendo que habían cojido la primera botella..pues la cambias por otra de más atrás!!...pues no, más cubitos. El café en taza de chocolate, enorme, retirada inmediata al comentarlo. Servicio intentando ser agradable, hasta que oido a un camarero decir a otro ...a estos los voy a deshidratar... pues no hay aire acondicionado y tienen las parrillas cerca de las mesas. Hemos pedido que por favor habrieran más ventanas y ni caso . Precio calidad razonable, la cantidad en los platos buena. Solo por el entorno vale la pena ir aunque sea a tomar un refresco...precioso!