Hemos comido a base de aperitivos, nachos, cebolla y pollo, mi está mal, lo mejor el dueño, Adrian, que te atiende, muy céntrico. Los platos con una ración media, adecuada.
El precio, sobre la media. Tienes que buscarlo, porque está algo arrinconado.
El local, fresco y cómodo... yo volveré!
No exagero nada al decir que en este establecimiento me he comido la mejor hamburguesa hasta el momento, pedi una que llevaba setas y trufa… ademas pedimos otras diferentes porque fuimos 5 personas y nos gustaron todas… la atencion ha sido fantastica y el precio final totalmente acorde y justo, la relacion calidad-precio es magnifica y todo esto hace que esta hamburgueseria sea recomendable al 100 x 100 … el dueño Adrian es especialmente amable y se preocupa muchisimo por su negocio…
Terminé en The Black House de casualidad, casi sin querer. Como buen gordo que soy llevaba comiendo hamburguesa todo el fin de semana y pensé que una más ya era demasiado, pero como buen gordo que soy al final accedí. No me arrepentí para nada en el momento en el que me pusieron ante mis narices el cesto de patatas con los trozos de bacon más grandes que he visto sobre queso fundido. Con la hamburguesa no me la quería jugar al ser la primera vez y probé la Clásica, y sabía justo como tiene que saber una hamburguesa, con un buen trozo de carne en su buen punto, acompañadas de unas patatas caseras que fueron la guinda, si a las hamburguesas se le pusieran guindas. No pude resistirme al gofre. Ese chocolate negro y espeso me va a condenar al infierno. En definitiva, una cena muy completa y sabrosa que me dejo listo para ir a la cama y no despertar en tres semanas. Os lo recomiendo.
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