Un buen y céntrico sitio donde reponer fuerzas de cara a las marchas por la Selva de Irati y alrededores. Disponen de mesas para comer o cenar en restaurante o en cafetería, ojo que en temporada se llenan pronto. La forma de gestionar las mesas para tanto comensal es un tanto peculiar (observé que es para manejar bien los tiempos de cocina) lo que lleva a que algunas personas valoren mal el servicio, pero es tema de coger el punto, una vez cogido todo sobre ruedas. En nuestro caso buenas cenas y mejores desayunos, recomendados los bocadillos de todo tipo y codición así como las rabas con mayonesa en su tinta. Las tostas del desayuno te darán energía para todas la rutas, sin duda nos dejaron un buen sabor de boca, Gracias.
Solo puedo comentar que cenamos 2 bocadillos buenísimos y muy contundentes. El chico joven muy amable, no podemos decir lo mismo del mayor.
Solo comimos, no nos hospedamos pero las tapas espectaculares: tigres, pimiento relleno de rabo de toro, croquetas de hongos…espectacular!!! El servicio nos gustó (camarero con gafas): seco, te da la informacion necesaria, debes saber hacer las preguntas correctas pero buen profesional. Nos dijeron que tardarian en servir los pintxos pero fueron rápidos. Hemos repetido para cenar, con eso lo digo todo!
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