Nos recomendaron este lugar, Éramos un grupo de 6 personas y pedimos tres entrantes para compartir el primero una croquetas de gorgonzola y centollo, un queso provolone que estaban muy buenos pero la tabla de paté que a pesar que eran 4 distintos no se diferenciaba mucho el sabor, sabían parecido, dos personas pidieron el meloso de ternera super suave pero le faltaba un poco de sabor, un entrecot que lo pidieron a punto pero estaba muy crudo el acompañante que eran unas papas si que estaba bueno, por último una entraña con chimichurri pero estaba muy fibrosa y las papas si que estaban buenísimas.
La atención de personal fue muy amable, lo único que nos tocó sentarnos al lado de la cocina y la puerta del restaurante lo cuál hacia mucho calor.
Buen restaurante para menú y carta, comida casera y en el menú han traído buena cantidad. Hay la variedad justa para no echar nada en falta y el restaurante está en un entorno precioso.
La comida muy rica y a buen precio el menú. El local es muy bonito y te permite disfrutar del paisaje del Penedès.
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