He estado en este restaurante unas 4 o 5 veces, lo que significa que vuelvo.
Cuando estaban en Plaza de España, recuerdo a un personal de servicio mucho más amable. Había cordialidad al recibirte y al entregarte la carta, siempre te preguntaban si conocías el sistema, para pedir los platos combinados, etc., pero veo que eso se ha perdido; se extraña la cordialidad.
En cuanto a la comida, creo que ahí ya es cuestión de gustos, como en la mayoría de las cosas.
A mi me gusta mucho su comida, aunque a mi acompañante le pareció sosa, con poco sabor y poca sal; en fin, que lo de la sal lo pudimos solucionar, pero, no, lo del sabor.
Yo pedí un plato de la carta que, si mal no recuerdo, se llama "ensalada oriental" y estaba riquísima.
La base es una tortilla finísima y crujiente, que hace las veces de plato, luego había una capa de diferentes lechugas, fideos finos, maíz, pimientos, etc., cortados muy finamente, tacos de pollo marinado, etc.; todo bañado en una salsa agridulce.
Para mi gusto, el plato, en general, estaba sabroso, ya que la salsa era suficiente para cubrir cada ingrediente del plato.
Mi acompañante pidió del menú del día.
El menú tiene 3 opciones de primer plato, 3 de segundo plato y 3 de postres.
El primer plato era pastel de espinacas con mousse de salmón ahumado y ensalada verde. Sinceramente os lo recomiendo.
El segundo plato fue arroz integral, con pollo, crujiente de cebolla, queso feta, maíz y algunas otras verduras, picadas finamente. Este es el plato que mi acompañante encontró falto de sabor, sin sal y pollo insípido... esa fue su descripción.
De postre, pedimos uno de los que estaba en el menú "tarta de panqueques y chocolate".
Es una tarta tibia de creps, rellena de, lo que yo llamaría, una ganache de chocolate, cubierta con crocante.
El trozo de tarta, que correspondía al menú, tiene la mitad del tamaño que la me dieron a mi, al pedirlas desde la carta, pero os aseguro que es suficiente.
La tarta no es una maravilla, pero está rica.
Yo repetiré en este restaurante, porque me gusta y arrastraré a mi acompañante, para que le de una segunda oportunidad y cambie su opinión.
El menú ronda los 14€ y pagamos, incluyendo 2 bebidas, sin café, 37,10€.
El ambiente es bueno. Naturalmente ruidoso, pero tranquilo.
Reservamos mesa, sobre las 15:00 horas. Estaba bastante concurrido, pero había mesas disponibles.
Algo que sí me gustaría, es que hubiese más mesas individuales o para dos personas, cerca de la luz natural.
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