Comida casera 100% de kilómetro 0. Buenísima la atención. Nos prepararon una fabada asturiana sin morcilla, que no nos gusta, y estaba increíble. Recomiendo el caldo buenísimo también.
Lugar de los que ya no quedan. Comida casera, menú simple, rico y efectivo. Pote brutal, costillas tiernas y sabrosas y postres riquísimos. Si estás por la zona no te puedes ir sin probarlo.
De mis sitios favoritos de la zona para comer comida de casa! Además se encuentra en un entorno privilegiado y muy tranquilo y los camareros son muy amables.
El pote es un espectáculo, las costillas guisadas están brutales, tan tiernas que se despegan solas del hueso, la ternera guisada riquísima y los postres no sabría con cuál quedarme, aunque quizás las natillas sean mis preferidas!
Sin duda una parada obligatoria si visitas Valdés. Yo disfrute tanto la comida que solo me dio tiempo ha hacer foto al pote :)
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