Lugar especial para disfrutar de sus arroces y no dejéis de provar el bacalao es el mejor que he comido nunca
Acudimos a este restaurante sin reserva, un domingo en septiembre para cenar. Nos dieron una mesa en el jardin, ambienté muy agradable. Pedimos dos entrantes, tres platos principales y una botella de un buen vino mallorquín. La comida realmente era muy buena y la disfrutamos. Lo que no di crédito cuando al cabo de algo más de una hora vino la camarera y nos trajo la cuenta. Le dije que no habíamos pedido aún la cuenta, que se habría equivocado de mesa. Por lo que ella me contesta que no, pero nos tenemos que levantar porque hay gente esperando. Con un tercio de vino aún por beber nos negamos y la camarera se fue enfadada.
Es una pena porque la comida realmente estaba muy buena
Me habían hablado muy bien de este restaurante, pero la experiencia superó mis expectativas. Fuimos un grupo de amigos y todos los platos estaban exquisitos! El sitio es muy acogedor y el personal muy amable y atento
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