Un sitio precioso con una comida de gran calidad. El servicio es excelente. Tuvimos una comida familiar apartada del bullicio con unas vistas maravillosas del puerto. Los platos son muy elaborados. Lo mejor los pescados frescos del día y los postres.
Platos bien elaborados, con buen producto, en un local muy bonito y una atención excelente.
Relación calidad-precio algo elevada a pesar de todo.
A destacar que disponen de un horno de carbón que da un toque espectacular al pescado.
Espectacular. Nos lo recomendaron un par de amigos y no defrauda.
En cuanto a la carta de vinos es extensa y de calidad, y Jaime te ayuda en función a la elección de la comida, es encantador y sus recomendaciones fueron increíbles.
Entre los platos destacamos el tartar de salmón sobre arroz frito y las gyozas de gamba de Sóller, únicas, aunque la carta es muy amplia.
Destacar la decoración y el cuidado de los detalles en todas las zonas del restaurante incluidos los baños y, ademas, disponen de mobiliario para bebes así como ascensor para la parte superior, por lo que es super accesible para todos.
Volveremos cada vez que vayamos.
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