Local situado en el paseo marítimo del Rincón de la Victoria, a veces es difícil conseguir mesa sin una reserva. Tras sentarte y comandarte, los platos llegan con rapidez, pero quizás sin ningún orden. La comida está buena, con una presentación adecuada para el establecimiento y la cantidad es suficiente para comer. Se nos hizo también un poco lento el servicio de una segunda bebida, que casi no llega a ser servida. Por lo demás, todo bien para degustar buen pescado junto al mar.
De los mejores sitios para comer pescaito en el paseo del Rincón de la Victoria. Siempre está lleno, así que consejo llegar con tiempo. Muy buen producto a buen precio.
Fui con mi pareja a este restaurante debido a las altas reseñas que tenía, sobre todo en referencia a los platos de pescaíto frito que al final son casi el emblema de la gastronomía malagueña. Sin embargo, nos encontramos con que la comida tenía una calidad bastante buena pero no llegó a superar nuestras expectativas, de la misma forma que el ambiente y trato del personal hacia los clientes. Se respiraba una atmósfera de descontrol y no se podía comer con total tranquilidad la mayoría del tiempo. Por el resto todo adecuado y bastante normal.
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