Pues a ver, el sitio está muy bien ubicado, cerca de todo pero no en el centro de nada, y eso aporta tranquilidad. El servicio es muy rápido y eficiente, nosotros fuimos en semana Santa y la variedad de la carta, que en realidad era menú, es corta, por tanto, si vas muchos días puede llegar a aburrir, nosotros fuimos dos días y tuvimos suficiente, ya digo que no hay mucha variedad, pero lo que pides viene muy rápido y está muy bueno. En cuanto al desayuno, lo veo muy bien y con suficiente variedad, eché un poco de menos que al bajar no hubiera bacon y no se volviera a reponer. El sitio debió ser una masía antigua y está muy bien reformado, con mucho gusto y espacios muy amplios en habitaciones, la cama es cómoda y tienes varias almohadas, he puesto 3 estrellas porque veo un poco mal mantenido, sobre todo en detalles, mosquiteras en las ventanas que no valen de nada ya que no tapan toda la ventana. La ventana del techo justo dice la cama por la que se deberían poder ver las estrellas estaba tapada con una cortina y ésta no se podía quitar, por tanto, una ventana mal aprovechada. La bañera con hidromasaje funciona sin problemas, eso sí, la salida del grifo tiene mucha cal. La ducha creo que es lo peor mantenido, hace si funciona perfectamente, pero el plato de ducha resbala bastante y lo peor, la puerta de la ducha no cierra y está abierta por la parte de abajo, por tanto, si te duchas y abres todo el grifo y dado que el sumidero no traga mucho (al igual que el del lavamanos), al salir para secar tienes una piscina en el suelo del baño y de la habitación. Una pena porque son detalles que hacen que no pueda dar más estrellas, sin duda, repetiría. Espero que mi comentario valga para que mejoren dichos detalles, con ello, el sitio ganaría mucho en cuanto a opiniones. Ya no hay SPA interior, en dicho espacio se están haciendo habitaciones en las que se dispondrá de la pequeña piscina interior en la propia habitación, debe ser una pasada. Se pueden llevar mascotas.