Excelente descubrimiento este pequeñísimo local, apenas un mostrador y al fondo el horno de donde salen las maravillas artesanales que venden aquí. Hay una zona minúscula en un lateral donde te puedes sentar y tomarte un excelente café Oquendo. El chico que nos atendió, que es súper majo, nos explicó como preparar un café excelente que se diferencia de otros mucho más mediocres. Me gustó mucho la explicación, ya que me encanta el buen café y desde luego, hay mucha diferencia entre unos y otros, por marcas, cafeteras, como lo elaboran, etc...
La repostería artesanal es excelente, así como los productos salados, croissants con queso, tomate y bacon por ejemplo.
Un local muy acogedor, con muchas opciones de croissants tanto dulces como salados. Ideal para pedir con un café y disfrutarlo en alguna de las atracciones cercanas de Salamanca. En mi caso, fui al Huerto de Calixto, con un croissant de chocolate amargo y un café con leche.
Vimos sus buenas valoraciones y no dudamos en ir. Fue un acierto total. Compramos el desayuno y fuimos andando a tomarlo frente a la catedral (está a un minuto andando). Pedimos cuatro croasanes (chocolate y plátano, chocolate y nueces, frambuesa y queso, queso de cabra y cebolla caramelizada). Estaban todos buenísimos. A mi me gustó especialmente el de chocolate y plátano por su textura y sabor
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